Hildegarda de Bingen
Hildegarda de Bingen nació en 1098 en Bermersheim, cerca de Alzey, en la región del Rin, Alemania. Desde muy joven, Hildegarda demostró que tenía visiones místicas; posteriormente estas visiones llegaron a convertirse en algo fundamental en su vida y obra. A los ocho años, fue entregada al cuidado de la iglesia benedictina en Disibodenberg, donde pasará gran parte de su vida religiosa. A lo largo de los años, las visiones de Hildegarda se intensificaron y se convirtieron en una guía espiritual crucial para ella. Ella era víctima de una serie de visiones que abarcan desde la piedad mística a cuestiones puramente especulativas sobre el universo. Convencida de la autenticidad de sus visiones, Hildegarda comenzó a documentarlas y compartirlas con otros, una labor que culminó en la creación de numerosas obras de gran valor, incluyendo la más conocida de todas: "Scivias" (Sé Avenida De). Como pionera abadesa del Monasterio Rupertsberg, fundado por ella misma en 150, Hildegarda demo